Una mujer invidente cuenta cómo una comerciante china le agredió al entrar con su perro guía en el local.

 María Viñas Iglesias Antón, una invidente de 46 años, vivió hace 10 días uno de los momentos más desagradables de su vida. Esta mujer recibió una paliza al entrar en un comercio regentado por ciudadanos chinos en el distrito de Fuencarral. Los dueños querían evitar que accediese al local con Oreo, su perro guía. La mujer ha denunciado los hechos y espera una sentencia ejemplar para que se respeten los derechos de las personas ciegas.

 “Mi hermana empezó a decir: ‘Nos pegan, nos pegan, nos van a pegar’. Yo pensé que me estaba diciendo que nos iban a echar, cuando de repente me empezaron a llover palos por todos los lados. A los dos, tanto a Oreo como a mí. El perro se refugió entre mis piernas”, describe la mujer invidente. Iglesias recibió golpes en la cabeza, un hombro y en el pecho. Su hijo, que iba cogido de la mano a su hermana, se echó a llorar al ver la escena. “Hasta que no salí a la calle, no paró de golpearme. También intercedió un hombre para que lo dejara. Cuando vio que llegaba un coche patrulla con los luminosos azules, se metió en la tienda”, explica la mujer.

 

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